¿Qué pensaría si le dijeran que cambiando la actitud que tenemos ante la vida podríamos sanar de cualquier enfermedad incluso el cáncer? ¿Ah! Chifladura de última generación? o ¿nos están tomando el pelo?
Esto mismo fue lo que pensó hace 30 años el Dr. José Antonio Meneses Hernández, quien tras egresar de la UV, emigró a Suiza, para especializarse en el tratamiento del cáncer en la Lukas Klinik, la primera clínica en el mundo que empezó a tratarlo desde un enfoque inmunológico, y la que más casos de cáncer ha curado a nivel mundial.
Meneses Hernández es rector del Instituto Mexicano de Inmunología General e Inmuno-Oncologia AC. (Imigio), uno de los institutos pioneros en toda América que se especializa en el tratamiento del cáncer mediante la inmunología oncológica, rama moderna de la medicina que aprovecha el potencial del sistema inmune del organismo para encontrar, destruir y prevenir el cáncer.
En entrevista, este doctor, que también hizo estudios en la Universidad de Goetheanum en Suiza, comenta que los tratamientos convencionales para el combate del cáncer (quimioterapia, radioterapia, cirugía) intentan sólo combatir, detener y destruir el crecimiento del tumor, “no la enfermedad base, que es la depresión inmunológica, o la depresión del sistema inmune”, agrega.
Asegura que la Inmunología Oncológica ve al tumor como el signo de una enfermedad que es una inmunodeficiencia de linfocitos T y de macrófagos, células del sistema inmunológico que constituyen parte de las defensas del cuerpo contra invasores extraños y que intervienen en la destrucción de células neoplásicas o cancerosas.
“El cáncer o tumor, es el resultado de una inmunodeficiencia, y la inmunología oncológica no va a tratar de quitar el síntoma solamente, sino de estimular el sistema inmune que se encuentra deprimido”, menciona.
Es ahí donde radica la diferencia de la oncología tradicional e inmunología oncológica, comenta Meneses, quien asegura que no representa medicina alternativa, “es medicina científica de la que en México no estamos ni en pañales, toda esta investigación viene de Europa: Suiza, Alemania, Francia, y el Instituto que encabeza la aplicado satisfactoriamente en el tratamiento del cáncer en México.
La importancia del sentido de vida Meneses explica que a través de ciencias adyacentes como la Biología molecular, la Biología celular, la Bioquímica, la Genética, y la Epigenética -ciencia que está en desarrollo-, se ha llegado a conocer qué es el cáncer y “entendemos que todo ese desorden de las células que se trasforman en cancerosas obedece a los factores de agresividad que tenemos en el ambiente (niveles de contaminación elevados, de radiación, virus, tabaquismo, alcoholismo, entre otros), pero también al estado de estrés y la falta de sentido de vida”.
Y agrega: “Una persona que está deprimida, no está en armonía con la vida, no tiene un sentido de vida, está prácticamente deseando morirse, esto genera una serie de moléculas químicas en su cuerpo; esta actitud ante la vida, genera hormonas que alteran la función de un grupo celular, y esas células alteradas se transforman en células cancerosas, o neoplásicas”.
La actitud de la persona en la vida y ante la vida, y la forma en cómo percibe el mundo, todo esto es lo que le da un sentido en su vida, entonces definitivamente es lo que va a generar procesos bioquímicos, ya sea producción de sustancias sanadoras del cuerpo (como las endorfinas, encefalinas) o sustancias que enferman (como el cortisol, hormona supresora del sistema inmunológico), entonces el médico conociendo todo esto, podrá definitivamente ayudar al paciente, pero para ello es indispensable que el mismo paciente se interese.

¿Y cómo podemos darle sentido a nuestra vida?. El doctor nos lo responde:
“Simplemente al hacer lo que nos gusta hacer se activa nuestra respuesta inmunológica, se deja de producir tanto cortisol y se producen sustancias que estimulan la actividad de los macrófagos y linfocitos y por ende estos empiezan a atacar las células aun cuando exista un tumor grande”.

¿Cómo ayuda la inmunología oncológica?
“En inmunología oncológica tratamos de restaurar esa inmunidad perdida, existen medicamentos inmunológicos, de alta calidad, que lo que hacen es actuar sobre la célula tumoral, y entonces el organismo hace lo que había dejado de hacer, esa persona, tiene más posibilidades de tener éxito en una remisión definitiva de la enfermedad, pero qué sucede si nada más le receto y no me ocupo de ver el estilo de vida que lleva, pues no le sirve para nada tampoco”, asegura el también autor del libro “El Cáncer: mitos, realidades y retos”.
Sobre este punto, indica que los médicos deben abrir más su visión y ver que las enfermedades e incluso el cáncer son consecuencia de un estilo de vida: “no es más que producto de nuestro estilo de vida, que es entonces lo que tenemos que cambiar”.
“Cuando llegué a estudiar a Suiza y me decían que un tumor podría desaparecer con tratamiento, habiéndome formando como cirujano, decía que eso era imposible, que no me vengan con cuentos, un tumor si no es con cuchillo no desaparece (sic), obviamente mi mentalidad era muy reduccionista, y así les pasa a muchos médicos, que no se quieren abrir a nuevas investigaciones, pero poco lo fui entendiendo en la medida en que comprendí cómo funciona el sistema inmunológico y lo he visto en muchas ocasiones: cánceres inoperables que después se hacen operables.
Pero a la vez indica que los pacientes no deben abandonar el tratamiento que lleven: “no quiere decir que siempre lo vamos a dejar todo a que va a desaparecer, siempre que podamos hay que ayudar al cuerpo a quitarle carga tumoral cuando es posible o porque a veces cuando se quiere operar no se puede o, con cirugía, quimoterapia, o radioterapia, que sabemos reducen el nivel del tumor, en cualquier etapa, pero de una manera inmediata, cuando eso no se observa dentro de los 3 primeros meses de tratamiento, es muy dificil que vaya a haber una reducción”.
Y es esto a lo que llama un tratamiento lógico en inmunología oncológica:
quitar un tumor, pero a la vez estimular la actividad inmunológica, entonces ahí estamos completando el esquema, no descuidar el aspecto inmunológico, que es el que se ve deprimido de manera secundaria con los tratamientos convencionales.
Y bien al parecer todo es muy claro. Esto es válido para los adultos, pero qué tal los bebés, un niño que tiene algunos meses de vida, qué “estilo de vida” ha llevado, al igual para uno al que le diagnostican leucemia.

¿Sigue influyendo el estilo de vida en estos pequeños para el desarrollo del cáncer?
Esto se lo responderemos la próxima semana.

Los costos de la infelicidad
“Puedo decir y afirmar con todo la autoridad que me da el haber visto tantos pacientes, que no conozco un solo paciente con cáncer que ha sido feliz: la persona con cáncer ha llevado una vida de infelicidad y de falta de sentido de vida, de angustia y de estrés tremendo, y ninguna persona que tenga cáncer me puede desmentir”.

Dr. José Antonio Meneses
Rector del Imigio.

El mundo de Córdoba
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Ciencia y tecnología
Medicina humana integral
(Primera parte)

Agencias Hassan Aldama El Mundo de Córdoba Córdoba, Veracruz (México) 24 de Julio del 2007, 04:19:00

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